Factores que contribuyen al desarrollo del trastorno de estrés postraumático (TEPT)
- Adriana Sancho
- 7 ene 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 23 ene 2024
El TEPT es el resultado de una interacción compleja de diversos factores que surgen como consecuencia de una vivencia traumática. No todas las personas que se enfrentan a una situación de este tipo se ven afectadas por este trastorno, sino que apenas un 25% de ellas lo experimentan. Hay distintos factores que influyen en el desarrollo de esta enfermedad, como la naturaleza del suceso traumático, los factores personales y los factores posteriores al trauma.
Es fundamental comprender que, tras sufrir un trauma, se manifiestan determinados síntomas iniciales como recuerdos intrusivos, cambios negativos en el estado de ánimo, estrategias de evasión o síntomas de excitación. Éstas constituyen reacciones normales ante una situación difícil. Sin embargo, la persistencia de dichos síntomas durante más de tres meses podría ser un indicio de TEPT. En este caso, sería necesario que la persona afectada recibiese terapia para poder superar este trastorno de estrés.

Entre los factores personales que influyen en el origen de esta enfermedad se encuentran el género, la edad, el coeficiente intelectual, la existencia de experiencias traumáticas previas o la presencia de problemas de salud mental.
Sin embargo, el aspecto crucial para el desarrollo del TEPT es el tipo de experiencia traumática. Los traumas que se repiten o prolongan en el tiempo, así como aquellos causadas por acciones humanas (en contraste con desastres naturales) suponen un factor predictivo para el desarrollo del trastorno. La respuesta inicial al trauma es fundamental para evaluar el riesgo de TEPT: la forma en que la persona interprete la situación y su capacidad para influir en los acontecimientos es determinante. Asimismo, sufrir disociación (distanciamiento de la realidad como mecanismo de defensa para minimizar el estrés) durante la experiencia traumática tiene un impacto negativo.
Por último, los factores posteriores al trauma: la aparición temprana de síntomas, la carencia de apoyo social o familiar o situaciones vitales estresantes, pueden influir en la manifestación del trastorno de estrés posttraumático.